Conseguir un puesto
Para este nuevo año 2004-2005, las autoridades de la universidad decidieron romper las lomas que quedaban allende al campus, y hacer un estacionamiento, como a 100 kilóimetros del aula de clases más cercano. La respuesta para la caminata eterna: se trajeron desde Mérida un autobus de Los Aleros para transportar a los estudiantes. Pero cuando uno tiene que hacer la travesía e ida o regreso de su carro, esa "guagua" no aparece por ningún lado.
Eso no es todo. Como si no faltara espacio, las autoridades decidieron que algunos puestos, cercanos a los edificios de posgrado y biblioteca, están reservados para los "elegidos" profesores y empleados. Pero después es uno, el estudiante, quien debe dar 3 vueltas y media al recinto, encontrar medio metro al lado de un precipicio, y dejar ahí el carro, para que de regreso de las 6 horas de clase, te encuentres una etiqueta del tamaño de una hoja carta pegada en el parabrisas. Resulta que ese, ese lugar específico, -acaso no lo sabes, chamo-estaba prohibido.
Por lo pronto, agarra tu camionetica, tu metro, vente a pie o te cambias tu machito por un Mini Cord.