jueves, noviembre 11, 2004

la feria vs. el cafetín

La cara moderna de la universidad comienza a ser más visible para toda la comunidad ucabista. Después de la inauguración del edificio cincuentenario en octubre pasado, diseño ganador de un premio, esta semana todos vimos las primeras colas de personas frente a los mostradores de comida en la feria. Bajo un techo de acero y moderno diseño curvilíneo, algunos estudiantes se agruparon desde el lunes para comer en los primeros locales. Wendys agrupó a la mayoría que se formaba en fila para almorzar, pero los tequeños y perroscalientes se llevaron su tanto también.
Todavía el perímetro de concreto, donde están colocadas las sillas y mesas, está rodeado de tierra y algunos detalles de la construcción no han sido finalizados. Sin embargo, los estudiantes comienzan a ocupar ese nuevo espacio, y lo más importante, descongestionando los demás espacio de recreación y alimentación de la universidad. Los tres cafetines del campus central simplemente no se daban basto para agolpar a los miles de estudiantes que desayunan, almuerzan o simplemente pasan el ocio en esas mesas.
¿y la comida que?
La limitada oferta culinaria de los cafetines tradicionales, dejaban al estudiante con pocas opciones a la hora de comer y menores chances de exigir mejoras en la calidad de la comida. Todos hemos visto las pobres condiciones sanitarias y estrucutrales del cafetín de módulo 3, ya casi llamado "grasetín" por cariño y su oferta de sandwiches, pastelitos y tequeños (además de la falta de iniciativa y capacidad de reinventarse), que a mucho, sólo alcanzan a llenar el estómago ¡más nada!
Estamos viendo la modernización de los "restaurantes" universitarios en todas sus facetas, con la aparición de las franquicias de alimentos -símbolo inherente de esta globalización de nuestros días- . Aunque sí, acabo de criticar la calidad de las estrucutras y los alimentos de esos sitios de siempre, pero en cierta forma guardan una autenticidad y un color propio que borran las monótonas franquicias.
Sin embargo, no estamos viendo la desaparición de los tradicionales cafetines pues éstos coexistirán con el nuevo espacio, y esto, junto con la migración de los estudiantes -esperamos todos- contribuirá a que los viejos sitios inviertan en la calidad. Al final es lo mejor para todos.

3 Comments:

Blogger Ricardo! said...

La feria y los cafetines que estaban antes no creo que tengan que ver sólo con novedades, sino con los derechos de los estudiantes y el comportamiento de la vida universitaria en general.
Durante mucho tiempo el "Grasetín", y Post Grado abusaron de sus usuarios, y ni los centros de estudiantes, ni la directiva de la universidad hicieron nada. Luego de comer el Cafetín "La católica" una muchacha a quien yo conozco le dio un DESORDEN ESTOMACAL que se volvió PERMANENTE (no digo su nombre aquí, pero si quieren me preguntan los detalles luego). Las malas condiciones de la comida, el ambiente viciado, y los precios inflados son obvios.
En Post-grado las necesidades del cliente están por debajo de las del cafetín. A mí me quisieron cobrar por una (1)cuchara de plástico, cosa que se regala en cualquier otra parte. Por un par de cubiertos extra cobran 100 bolívares. Los horarios de almuerzo son ridículos, porque no cubren las necesidades de los usuarios, y se cumplen con una rigurosidad absurda. Un amigo mío estudiante de letras llegó luego de las 11 de la mañana, y no quisieron venderle el almuerzo -que estaba ahí, listo- porque todavía no eran las once y media. ¿Qué es eso? ¿Una parodia del Soup Nazi(Nazi de la sopa )de Seinfeld? "No hay almuerzo para ti!!!".
Solarium Shop y Doggy´s me parece que dan un servicio decente. El cafetín de las canchas lo desconozco (cosa obvia dado mi cuerpo "atlético")

La Feria viene a ser una nueva opción e imprime competencia en la "Oligarquía" (como diría mi comandante) de los cafetines. El lado malo es que un lugar que debería ser agradable, se convierte en una muestra del subdesarrollo de esta Universidad.
¿Se supone que nosotros somos la élite educada del país? Sólo hay que ir a la hora del almuerzo para ver cómo -tristemente- la gente grita, bota basura al suelo, deja mesas sin sillas y dice cualquier cosa sin importarle los demás EN ABSOLUTO, en un enorme despliegue de vulgaridad e ignorancia (yo he estado en Antímano y Carapita, y vivo en Baruta, y la gente se comporta más decentemente). Es vergonzoso ver cómo nos comportamos así. La primera vez que fui, había basura y cigarros por el suelo. Un detalle llamó mi atención: un envoltorio de hamburguesa AL LADO de la papelera.

Mucha gente va, a mi parecer, por la novedad, por "pasear" en la Feria como le pasó a toda Caracas en los primeros días del Sambil. El primer día de la feria en la noche cuando fui, la cola seguía siendo inmensa, y la Feria desde ese día no ha parado de estar repleta ¿es esto necesidad o snobismo?. En esto puede que me equivoque, pero me queda la duda.

Esto en conjunto levanta preguntas muy interesantes. Una universidad donde se soporta que los cafetines no sirvan a su público como es debido, y donde se dan estas muestras de indiferencia en el comportamiento con el otro ¿contiene el tipo de gente que debería tomar las riendas del país?. Si nos comportamos así en la Universidad, donde se enseña que las cosas deberían ser distintas, mejores que las de ahora ¿cómo lo haremos como egresados en el campo laboral?
¿Es esta una Universidad que se comporta bajo conceptos católicos? ¿Existe un pensamiento humanístico, integral, en resumidas cuentas, con influencia jesuita en la UCAB?. Encontré mi respuesta justamente, en la Feria.

12 de noviembre de 2004, 5:24 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

La verdad estoy muy de acuerdo con la posición planteada en el artículo. Durante el tiempo en que gozaron de "exclusividad" entre los estudiantes los antiguos cafetines abusaron de la "necesidad" de sus comensales de utilizar sus servicios, no sólo exagenrando los precios sino descuidando muchas veces la calidad de la comida que es lo que en realidad me parece el factor más grave.

La nueva feria ofrece sin dudas muchísimas más posibilidades a los estudiantes y de verdad resulta un alivio contar con opciones más saludables y variadas segun los gustos y bolsillos de cada quien.

La idea de no es que los antiguos cafetines desaparezcan, sino que mejoren la calidad de sus servicios y productos, y que al final esta "compretencia" se traduzca en ofertas de mayor calidad para los principales interesados: los estudiantes.

12 de enero de 2005, 9:42 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

uff que horror....

21 de febrero de 2008, 4:43 p. m.  

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